Dentro del conjunto de prácticas religiosas que se realizan en
Japón podemos encontrar el Kaihōgyō, ¿Podéis imaginaros corriendo maratones seguidos
durante los próximos siete años?, pues esto es precisamente los que hacen
los monjes budistas de la escuela Tendai para meditar
buscando la iluminación. Esta escuela se encuentra al norte de Kioto, en el
monte
Hiei.
Se trata de una tradición milenaria, cuyos orígenes
se remontan hacia el siglo IX. Hiei
es una zona montañosa de Japón, en la que un monje
budista inició una tradición, que se consolidó a partir del siglo XIV y que
llega hasta nuestros días, consiste en correr
distancias diarias de 40 kilómetros durante un período de 100 días.
Según la tradición, los
aspirantes debían correr durante 100
días unos 40 kilómetros por zonas montañosas y de forma ascética: vestidos
con túnicas, calzados con sandalias y con escasos alimentos. Corriendo desde el
amanecer, y dedicando parte del tiempo de descanso a la meditación
trascendental.
Si
ya el reto de recorrer esas distancias de forma ininterrumpida durante 100 días
nos parece una heroicidad, aún lo es más la prueba reservada a los monjes que
deseaban alcanzar un estado superior de espiritualidad. Esta consistía en
completar en un plazo de unos 7 años
1.000 días corriendo, en bloques de 100 días alcanzando distancias diarias
incluso superiores a las antes indicadas (llegando en algunos casos hasta unos
85 kilómetros).
Concretamente, se trata de un agotador camino
hacia la iluminación que dura 7 años en los que deben superar las distancias y
los sacrificios siguientes:
Primer, segundo y tercer año: correr 40km diarios durante 100 días consecutivos.
Cuarto y quinto año: correr 40km diarios durante 200 días consecutivos.
Sexto año: correr 60km diarios durante 100 días consecutivos.
Séptimo año: correr 84km diarios durante 100 días consecutivos + 40km diarios durante 100 días consecutivos.
Esta práctica de 1.000 días repartidos en 7 años de entrenamiento se llama Kaihōgyō. Una de las prácticas más duras en el budismo japonés.
Primer, segundo y tercer año: correr 40km diarios durante 100 días consecutivos.
Cuarto y quinto año: correr 40km diarios durante 200 días consecutivos.
Sexto año: correr 60km diarios durante 100 días consecutivos.
Séptimo año: correr 84km diarios durante 100 días consecutivos + 40km diarios durante 100 días consecutivos.
Esta práctica de 1.000 días repartidos en 7 años de entrenamiento se llama Kaihōgyō. Una de las prácticas más duras en el budismo japonés.
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